Hace unos meses leí
éste post del blog de Laura. Y sentí, la más verde de las envidias. Encontrar una oruga en la comida y sacarle provecho a la situación, en vez de gritar del susto, es algo que no hacía/veía desde mi infancia. Y cuando la leí, y vi las posibilidades que ese hallazgo les presentaba, sentí celos y desee que me hubiese pasado a mi.
Jamás creí que los deseos se cumplieran tan fiel y rápidamente. Sin embargo, una semana después, mientras comíamos, mi hermana descubrió una oruga verde y hermosa en su servilleta. No lo podía creer!! Estaba extasiada, emocionada y fuera de mi. De pronto se abrió un mundo de posibilidades de aprendizaje para con mis hijas, para mi fue una oportunidad única de que observaran la naturaleza y uno de los mayores milagros de la vida en acción.
Así que guardamos a la pequeña oruga en una cajita de plástico transparente, le hicimos hoyitos y nos dedicamos a observarla de vez en cuando el resto del día. Al día siguiente, emocionada, Kía se levantó y lo primero que hizo, fue buscar a su oruga. Cuando nos asomamos a verla, la vi inmóvil y lo primero que pensé fue que estaba muerta, pero cual fue mi sorpresa al abrir la cajita, y descubrir que si, estaba inmóvil, pero dentro de lo que parecía una telaraña!! La oruga había hecho su capullo y se había acomodado para transformarse.
No lo podía creer y Kía no lo podía entender, me apresure a buscar recursos en la web para guíarla por este nuevo proceso y me descubrí con un folder lleno de hojas impresas de actividades de todo tipo. Esto nos mantuvo ocupadas mientras esperabamos a que el proceso terminara y nuestra mariposa saliera.
Los días se le hicieron largos a mi niña, esperando a que su mariposa decidiera salir. Por momentos dude de que se lograra el ciclo. No tenía idea de que condiciones debía reunir el medio para que la transformación se diera. Frío o calor? Sombra o sol? Con plantas o sin plantas? Investigue todo lo que pude y le dimos tiempo.
El capullo ya vacío, después de que saliera la mariposa.Finalmente, después de casi 2 semanas, un sábado llegamos en la noche después de pasar todo el día fuera, y mi esposo descubrió, que un animalito volaba dentro de la cajita. Que emoción!! Parecía yo niña con juguete nuevo. Me apresure a hacerle fotos desde todos los ángulos posibles y a observarla detenidamente. Las niñas ya estaban dormidas y no quisimos despertarlas, pero era SU mariposa y no me sentía capaz de liberarla sin que antes la vieran, pero no creí que aguantara toda la noche encerrada. Decidimos tomarle más fotos y video y liberarla dentro del baño.
A la mañana siguiente les contamos el feliz acontecimiento y corrimos a buscar a nuestra amiguita al baño. Y no la hayamos por ningún lado.... Dejamos el baño abierto por si decidía salir de su escondite y esperamos... Hasta que apareció!!!!
Kía la vió y se le iluminaron los ojitos!! Parecía que la había gestado y parido ella! Las 2 se pusieron como loquitas, Kia le buscó nombre y no dejo de mirarla por un buen rato. Pensé en liberarla, pero creo que prefirió el calorcito de hogar, al aire frío del exterior, porque no se despegó por nada de la ventana.
Confieso que la primera vez que la vi, pensé que era fea.... Yo esperaba una hermosa mariposa, de colores brillantes y alas despampanantes. Ya de mínimo, una de esas tan comunes mariposas blancas de jardín. No esa fea criaturita color gris pardo, con alas rugosas y afición por los focos. Pero cuando vi los ojos de mis hijas iluminarse, me di cuenta de la pureza e inocencia de mis hadas, para ellas, la belleza estuvo en presenciar el milagro de la vida!!
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