A ellas les gusta interactuar con los personajes, interrumpir de vez en cuando la obra para preguntarle algo a un cerdito o para gritarle al lobo.
A mi me gusta poder adaptar la historia, contarselas con palabras que entiendan, dirigirme directamente a ellas, y sobre todo, me gusta hacer los títeres!
Y, para ser sincera, cuando se es mamá de tiempo completo, y 1 sólo sueldo es el que mantiene el hogar, ese tipo de gastos no estan en nuestras posibilidades o prioridades.
Así que, un día, empaquetando algo, llego a mi una caja de carton muy resistente, y al verla, se puso en marcha mi parte creativa.
Forre la caja completa, y con la tapa de una caja de zapatos hice el escenario y lo pegué a la caja. No se sostenía recto por completo, así que con unas pinzas para la ropa, lo colocamos en su lugar cada vez que lo usamos.
La mobilidad del escenario permite que se guarde dentro de la caja.
Y al guardar todo, queda una cajita compacta, fácil de llevar a casa de la abuela o al parque.
Y, como no podían faltar los personajes, me encargué de hacerles algunos. Los primeros fueron del cuento de caperucita roja. Dibujados, coloreados y enmicados por mi. Les pegué un abatelenguas detrás y estuvieron listos para representar su papel.
También les hice hadas con dedos de guantes y otros más de papel. Cuando el tiempo apremia y quiero contar una historia, hasta pintarles una carita a mis dedos funciona para divertirlas!!
Hacer esto me dejo una enorme satisfacción, descubrir el placer de lo hecho en casa, lo reciclado, lo imaginado y lo creado. Salirse de la vertiente consumista por una vez y crear con las propias manos, hace sentir bien.
Y verlas jugar, con lo que mi imaginación ideo para ellas, se siente mejor!
ME FACINOOO! GRACIAS PAO
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