Mis navidades siempre han sido especiales, rodeada de montones de familiares, mucho bullicio, mucha alegría, luces, colores, una gran cena, una noche larga y montones de regalos. Este año las cosas cambiaron un poco. La familia dispersa por toda la república, mi hermana con planes distintos, mi papá marcando un límite, en fin. Este año sólo estaríamos mi mamá, mi hermana, mi abuela y nosotros 3. Un poco deprimente de principio, pero las cosas pasan por algo. Y tras acomodar y hacer cuentas, decidimos irnos a Acapulco, ya que el fin de semana se volvía largo.
Así que como toda una aventura, salimos el 23 camino a Acapulco, 5 mujeres, 4 generaciones, en un chevy miniatura.
Llegamos allá como a las 12 de la mañana, el sol en todo su esplendor, el calor a todo lo que daba y la sensación divina de la brisa, el fresco y el olor a mar!
Un amigo de Rafa nos prestó una casa en Puerto Marquez, una casa bastante cómoda, con todo lo necesario para pasar unos días sabrooooosos, y la alberca enfrente, esperando a que cruzáramos la calle. Disfrutamos de la alberquita toda la mañana, y después fuimos a comer a Puerto Marquez.
24 en la mañana. Mi cumpleaños.
Tan distinta era la situación de todos mis cumpleaños y navidades anteriores, que no me acordaba que era mi cumpleaños, y ellas tampoco. Hasta que empezaron a llegar los mensajes y llamadas me cayó el 20. Y que mejor forma de festejar, que pasar el día en la playa! Caleta bastante llena para ser 24, pero dentro de todo, disfrutable. Y Kía, gozandolo al máximo, La arena, el mar, el sol, la compañía. Corría hacia el mar y se alejaba cuando venía la ola. Dentro del mar no se sentía tan cómoda, le entraba el nervio y se aferraba con fuerza como un Koala. Pero poco a poco se fue relajando y empezó a disfrutarlo.
Comimos de todo, y a todas horas. Que gozada!
Después a la casa, nos bañamos y nos dispusimos a ir a la tienda, a las 9 de la noche para comprar nuestra cena navideña. Que sorpresa nos llevamos, cuando al llegar a Soriana estaba cerrado! las 9 pm y cerrado!! y nosotros sin cena. Fuimos a la Megacomercial--- cerrado!! Sam´s----cerrado!!!!! Wal-mart, Domino´s Pizza----- CERRADO!!!!
Kía sedienta, nosotras desesperadas, con hambre, cansadas, y sin saber si reír o llorar, nos metimos en un Oxxo, compramos baguettes de la comida rápida, sopas maruchan, pan bimbo y cosas para hacer sandwiches. De regreso vimos piñatas, nos paramos y compre una. Entre a una tiendita, compre los dulces más baratos que encontré, 3 pesos cada uno... Luego compramos películas pirata por si se nos hacía aburrida la noche y fuimos para la casa.
Rafa llegó en el carro después de las 11. Cansado y hambriento. Cenamos nuestra -muy navideña- cena. Tomamos sidra y brindamos. Pero el cansancio no nos dió para más. Adiós piñata, nada de arrullar niño, no regalos, ni juegos. Que diferente, pero que Feliz Navidad!!!
Santa Claus no llegó a Acapulco, ya nos había mandado el dinero para pasear en Acapulco, así que esa mañana no hubo regalos. Pero ni que los necesitara Kía. Despertó con la misma emoción que si hubiera 1000 cajas bajo el árbol, grito Abuelaaaaaaaaaaa, Eiiiiiiiii, Abueeeeeee y nos despertó con cariñosos jalones de párpados y llaves de lucha. Fue a buscar a su abuela al cuarto y no pasaron ni 10 min, cuando ya estaba abajo gritando Aguaaaaaaaa para ir a la alberca.
Otro rico día en Caleta, con agua tranquila y un papá que la acompañara y la consintiera. Que rico día. El 26, otro día en la playa! Esta vez en la zona hotelera, el agua más picada pero igual de rico. El 27 en pto. Marquez, todo rico, en especial los marisquitos!! Le hicimos trencitas a Kía, la famosa diadema, pero más tardaron en hacerselas que lo que le duraron. De una en una se fue quitando las liguitas y para cuando terminó el día no le quedaba ni rastro de las trencitas. Ese día papá se regresó a México, con sentimiento y sin entender bien que onda, mi gordita le dijo adiós.
El 28 pasamos la mañana en la alberca y en la tarde fuimos a una playa que nos recomendaron al final de pto. Marquez. Por que no la habremos descubierto antes????????? Hermosa! Muy tranquila el agua y también de gente. La arena muy suavecita y nos la pasamos bastante bien. Estuvimos ahí hasta que anocheció y que ya no había casi nadie.
El 29 nos ibamos a regresar temprano, para que nos tocara la hora de la siesta de Kía, así que nadamos en la alberca, desayunamos y...... se durmió!!! Y nosotras sin estar listas para irnos. La deje dormir muy poquito, la desperté y... a cansarla!! Nadamos más, comimos, ya ni nos bañamos y salimos como a las 6 de la tarde. Con computadora bien cargada, películas, música, fotos y juguetes y toda la esperanza en que se durmiera y no se le hiciera tan pesado el viaje. Al principio todo bien, pero después empezó a ponerse molesta, quería que la sacaramos de la silla, decía que quería ir al baño a cada rato, lloraba, etc, etc. En cuernavaca de plano nos tuvimos que orillar en la carretera, bajar la nica y esperar a que hiciera del baño, cosa que nunca sucedió. Finalmente después de paradas, gritos y un poco de lloradera se durmió y logramos llegar con bien y tranquilas a casa!
Que feliz Navidad!!!!
Una Navidad muy diferente pero a la vez muy divertida, ya imagino a Kia como bala todo el dia de lo contenta que andaba..
ResponderEliminarsaludos!!!