Kía tiene ya 1 año 10 meses. Cada vez estamos más próximos a su segundo cumpleaños y es increíble como pasa el tiempo y lo rápido que crece mi niña. Hace 5 días, aún veía a mi bebé, pero, increílemene, basto con que cruzara la barrera del 29 de enero, para que diera un gran paso en su desarrollo.
Hoy por ejemplo, me sorprendió poniendose sóla el pantalón. Hace 2 días fue la playera. Los crocs los domina a la perfección desde hace algunos meses y ya sabe que en cuanto se levanta de la cama hay que ponerselos y hasta ella me los pide.
Ayer, mientras hacía pipi en su baño, la escuche diciendo Kía-kía-kía-kía. Fui y le pregunte que decía y me contestó (para mi orgullo) –Yo, Kía- Oh por Dios!!!!!!!!!!!!!!!
Ahora ya dice su nombre y yo estoy encantada.
Otra de las cosas sorprendentes de la barrera del año 10 meses, es que desde ese día para acá, aprende nuevas palabras a mil por hora. Antes incorporaba una nueva palabra solo cuando ya le era muy familiar, cuando era de su interés y generalmente después de oírla muchas veces. Pero ahora ya repite claramente los nombres de las cosas, aunque sea la primera vez que los oiga. Algunas de las que ha aprendido en estos días y que me encanta oírla pronunciar son; Sash (sal), emón (limón), eshe (leche), ello (hello), pofi (porfis), Piky (witzy witzy araña) y ono (uno, que por increíble que parezca, ya cuenta hasta al diez, pero antes se saltaba el uno…).
El domingo estuvimos en casa de mi papá y partimos el pastel de mi tío por su cumpleaños. Ayer mientras comíamos empezó a apilar los botes de las medicinas y ya que tenía una torrecita, cantaba “ai o ma-ita, taba aiiii” después soplaba y se aplaudía mientras decía buavoooooo!!! Se estaba cantando las mañanitas!!!!! Y yo me derretí de amor mientras le ayudaba a cantarla una y otra vez, seguido lo cual prosiguió con “a la bío, a la bao, a la bim bom baam….” y yo seguí derretetida!!
De verdad es increíble y me encanta verla crecer. A este ritmo nunca me voy a cansar de sus nuevos descubrimientos. Estoy fascinada!!!!
Por otro lado tenemos al bebé frijol. Aún sin sexo definido, ya que es bastante penos@. En el primer ultrasonido fue imposible verlo por tener las piernas cerradas y además la mano agarrandose por ahí. (Eso a mi me hace pensar que es niño.) En este segundo ultra, estuvo menos pudoros@ pero aún así con las piernas cerradas y visto desde abajo no se distinguía. La dra. dijo que “podía” ser una niña, pero definitivamente nada seguro. Así que seimos sin hacernos ilusiones.
En la semana 32 tuve una experiencia casi religiosa… claramente sentí durante 3 días enteros como se iba girando para quedar transversal. No recuerdo que con Kía experimentara esa sensación tan claramente. Fueron 3 días de tanto movimiento que ya estaba hasta cansada. Día y noche se movía para lograr acomodarse. Y yo sentía como si un alien quisiera abrirse paso a través de mis entrañas. Muy intenso la verdad, pero sinceramente satisfactorio y más aún pensando que será la última vez que sienta un bebé dentro de mi.
Y por último, y lo más importante, enternecedor y satisfactorio para mi, por primera vez mis bebés tuvieron contacto. Kía aún es pequeña, así que no comprende la idea de que un bebé esté dentro de mi. Sin embargo, siento que algo en su interior, un sexto sentido o una mayor sensibilidad la hacen darse cuenta de que algo está cambiando, que algo se desarrolla en mi interior y parece amarlo. Varias veces sin yo decirle nada me ha besado la panza, o me alza la blusa y me acaricia. Pero el colmo de la ternura fue un día, que yo estaba sentada con la panza destapada, mi niña se abrazó a mi y empezó a hablar hacia la panza, muy pegada. Su voz llegó hasta su herman@ por que tras un largo sueño, empezó a patear con locura. Y si Kía se cayaba, el bebé dejaba de patear.
Y yo en ese momento me sentí la mamá más feliz del mundo. Me da ánimos pensar, que a pesar de todo lo difícil que pueda ser tener a 2 bebés tan seguidos, valdrá la pena por tan solo uno de esos instantes de amor entre hermanos.
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