viernes, 2 de septiembre de 2011

Nuestra 1er semana de clases

Los cambios han llegado a mi familia y a mi blog también. Renovarse o morir, dicen por ahí. Y es que hacer cambios mueve energías, inspira, mejora. Así que, ya que estamos empezando un nuevo ciclo, me pareció oportuno hacer el cambio completo.
Dejamos de ser "vi un hada nacer" para seguir los "pasitos de hada" de mis hijas, en este camino tan complicado del homeschooling, y de la vida.
Hablando de lo cual, les cuento nuestra primer semana de "clases" formales. El mayor reto al que me enfrento al darle clases a Kía, es Laia. Oh si.... y es que intenten explicar algo mientras una chiquilla traviesa trata de tomar teta en las posiciones más absurdas, o pintar con acuarelas mientras que esa misma chiquilla traviesa trata de comerse la pintura o tomarse el agua sucia. Entienden el panorma general? Si hago algo con Kía, naturalmente Laia lo quiere hacer también, pero hay cosas que no puede hacer o requiere de mucha más atención de mi parte, dejando a Kía con el mínimo de mi atención. Así que he tenido que hacer circo, maroma y teatro para organizarme y organizarlas. Cuando Laia está despierta hacemos actividades las 3 juntas que requieren mínima o nula concentración, que sean inocuas para Laia y que aún dejándolas trabajar solas a una u otra, estén tranquilas.
Cuando Laia duerme siesta (que para mi gusto es ya demasiado corta) Kía y yo trabajamos en actividades "de niñas grandes". Cosas que implican concentración o materiales "peligrosos" como las tijeras.
En el recuento de los "daños" puedo decir que tuvimos una semana muy movida, muy divertida, muy creativa y especial. Ya antes hacíamos actividades juntas, pero al estar yo en el "mood" del homeschooling, me he reinventado y hemos hecho mucho más de lo que nos creía capaz.

Lo que ya es nuestra familia