He estado en la disyuntiva de si escribir en este blog sobre el nuevo bebé. No es que no piense mencionarlo, ni nada por el estilo, pero pienso que este es el blog de Kía y es como invadir su espacio, por otro lado, se llama "vi un hada nacer" y si el bebé no es precisamente un "hada"? si es un duende?
Pero bueno, finalmente van a ser herman@s, y van a compartir desde los padres, el cuarto y los juguetes, hasta el blog. Y bueno, ya establecido esto, hablaré de tooooodo lo que ha sido este nuevo embarazo.
Nos enteramos de tu llegada el viernes 10 de julio, coincidentemente también un "diez" como con tu hermanita. Cuando vi el ya tan conocido "POSITIVO", sentí tantas cosas en tan pocos segundos que difícilmente podría describirlas ahora. Felicidad, miedo, angustia, alegría, emoción, nervios... Te deseábamos, de alguna manera te habíamos planeado, pero la noticia me sorprendió y me cayó de golpe.
Cuando llegó tu papá, no estaba muy de buenas, se lo dije y se alegro. Pero aún así la tensión por no tener trabajo, por la poca distancia de edades entre tu hermana y tu, y por la forma en que lo tomarían tus abuelos no nos dejaba disfrutar por completo de la noticia.
El lunes tuve un ligero sangrado, me asuste, no estaba lista para perderte antes de tenerte. Baje con tu abuela y se lo dije, necesitaba consejo y escucha. El gine me recetó reposo, 3 días. Como si eso, con tu hermana tan inquieta fuera posible. El miércoles ya todo estaba bin y fui a consulta, al parecer todo era una falsa alarma y todo iba bien. Pero yo me sentía extraña, como si algo no anduviera bien. El sábado fuimos al ultrasonido, la doctora estab muy callada y no respondía a mis preguntas, al contrario, ella hacía más y muy extrañas. Al final me dijo lo que ninguna madre debería escuchar jamás, posible embarazo ectópico, no procede.
Sentí que me derrumbaba, sabía que algo andaba mal, te iba a perder, me sentía tan culpable, no haber disfrutado del todo de la noticia, y ahora todo se iba a terminar. Tu papá se puso como loco, le grito a la doctora, y nos fuimos a la clínica. Me atendió una doctora en urgencias, y confirmó el diagnóstico, sólo había que hacer un ultrasonido más especializado para estar completamente seguros, ahí no lo tenían.
Nos fuimos a la casa, con el corazón roto y las esperanzas por los suelos. Lo comentamos con tu abuela, que se encargó de comunicarselo a quienes no estuvieran enterados aún -todos-. No encontrabamos lugar en donde hicieran el estudio en sábado, así que nos fuimos a ver en el hospital de perinatología, me querían dejar internada, para hacerme el ultrasonido el lunes. Decidimos que no y fuimos al hospital militar. Después de tanto renegar de la milicia, terminamos ahí. Me atendieron en urgencias, me hicieron el ultrasonido y nos dieron la mejor noticia del mundo, todo estaba bien. Te confundieron con un quiste, pero tu estabas en perfectas condiciones dentro de tu saquito amniótico, que era lo único que se veía, pues solo tenías 5 semanas. El alma me regresó al cuerpo, decidí que no había lugar para las preocupaciones y que eras una gran bendición en nuestras vidas.
Después de eso todo transcurrió con normalidad, lo único alterando mi vida son las terribles nauseas, que con tu hermana no sufrí. Nauseas al levantarme, nauseas por que tengo hambre, nauseas por que ya comí, nauseas por que comí mucho, nauseas por que comí poco. Nauseas por todo y en todo momento. A las 9 semanas fui a otro ultrasonido, ya se veía "algo" de ti, pero en realidad solo parecías una mancha. Tu corazón ya se veía latir, 150 veces por minuto. Lo único que me dejo con la espinita es que parecías de 8.2 semanas, y no de las 9 que se suponía tenías.
Hoy con 11 semanas de gestación, las nauseas empiezan a ceder un poco, mi peso sigue estable y mi vientre crece poco a poco, de momento mis pantalones más holgados ya no e cierran. Pronto te volveré a ver en ultrasonido, me aseguraré de que todo esté bien y me tranquilizaré al verte saludar desde mi vientre seguro. Hoy, con 11 semanas de gestación, estoy enamorada de ti, de la idea de verte pronto, de tenerte en mis brazos y abrazar tu calor, de olerte, acariciarte y decirte cuanto te amo, cuanto te espero y cuanto te deseo. Mi bebé.
Tarde pero seguro! No quería relatar nuestro 15 sin antes tener las fotos, y ahora que ya las tengo les cuento como la pasamos...
