miércoles, 28 de julio de 2010

Rabietas.....

Es algo que me tiene vuelta loca últimamente.... Kía desobedece muchísimo, y por lo mismo siempre terminamos en drama. No se si ya lo había mencionado, pero el blog de 4 en la cama 
me encanta! Ale, tiene tan bien digerida su maternidad y una incansable mente que utiliza para llevar a sus hijos por el mejor camino... Hoy traigo este tema de ella, para hacerle mis subrallados.

Debido a su intensidad las rabietas no solo asustan al propio niño sino que provocan en los padres sentimientos de impotencia, ineptitud, agobio o la sensación de estar a punto de estallar. Esto es particularmente cierto cuando las emociones intensas de los padres no recibieron la respuesta adecuada cuando eran niños. Controlar los sentimientos propios mientras dura la rabieta de un niño puede ser todo un arte. Es vital que la situación no se convierta en asunto de ganadores y perdedores sino que el adulto mantenga la calma y piense en formas de afrontar los sentimientos del niño.
Por qué las rabietas son importantes
La regulación emocional de los sentimientos del niño durante esta tormenta de emociones le permite establecer conexiones cerebrales esenciales para el control del estrés y la confianza en si mismo cuando sea mayor.
No todas las rabietas son un pulso de poder
Muchas nacen de un auténtico dolor emocional. Algunas contienen un dolor terrible como por ejemplo, la frustración de no conseguir que los amados padres comprendan algo sumamente importante para él.

Hay dos tipos distintos de rabietas:
Rabieta de angustia
Su estallido significa que se ha activado uno de los tres sistemas de alarma del cerebro inferior del niño (ira, miedo, angustia de la separación). Como resultado el sistema de excitación del niño queda descompensado y niveles excesivamente altos de cortisol recorren su cuerpo y su cerebro. Con estas dramáticas alteraciones el cerebro suspende sus funciones reflexivas y los centros verbales. Así que intentar hablar con el niño en este estado o esperar que nos hable de sus sentimientos es una pérdida de tiempo. Lo único que puede hacer es descargar sus emociones.
Se debe tomar en serio estas rabietas y responder con comprensión y sensibilidad al dolor. Enfadarse con la angustia genuina del niño significa que este nunca llegue a desarrollar mecanismos inhibidores en su cerebro superior: imaginemos a un hombre que da patadas a una máquina expendedora que no funciona bien.
Ayudándole a afrontar sus intensos sentimientos de ira, frustración o angustia contribuimos a que el niño desarrolle conexiones cerebrales que le permitirán calmarse en situaciones de estrés. Los niños se sienten muy reconfortados cuando descubren que los adultos pueden calmar y entender las tormentas que sacuden sus cuerpos y cerebros. Pero se trastornan mucho cuando, ante su terrible dolor emocional, mamá se enfada o lo deja solo.
Cómo tratar las rabietas de angustia: puntos clave. Recurre a acciones simples y tranquilas, ofrécele una elección sencilla por ejemplo si está trastornado por tener que vestirse.
La distracción es una técnica fabulosa porque activa el sistema de búsqueda del cerebro inferior, le despierta la curiosidad y el interés en algo y esto se impone por naturaleza a los sistemas de ira y de angustia. También libera dopamina (importante sustancia química de excitación positiva del cerebro que reduce el estrés).
Abraza a tu hijo con ternura, la cercanía de tu cuerpo tranquilo le devuelve el equilibrio a sus sobreexcitados sistemas de alarma corporal y estimula la secreción de oxitocina y opioides.
En ocasiones basta sentarse tranquilamente junto al niño y hablarle con voz suave.
Evita usar el “tiempo muerto”, si tu mejor amiga estuviera llorando y retorciéndose por el suelo no la dejarías sola.
Recuerda que la angustia de tu hijo es auténtica. El niño de dos años que chilla porque le han quitado un carro de juguete no pretende hacer una escena. Los estudios demuestran que la sensación de pérdida activa los centros del dolor del cerebro y causa una angustiosa falta de opioides. Los niños pequeños llevan pocos años en este mundo y no cuentan con una perspectiva clara de la vida. Los adultos contamos con un bagaje de conocimientos y experiencias que nos dicen que la pérdida de un juguete no es un hecho grave.

Rabietas del pequeño Nerón. La actividad cerebral que tiene lugar durante una rabieta de angustia es muy distinta a la que caracteriza las rabietas del pequeño Nerón. El niño que sufre una rabieta de angustia no puede pensar ni hablar racionalmente. En cambio, el niño que tiene una rabieta de pequeño Nerón utiliza sus lóbulos frontales o cerebro superior para mostrar un comportamiento calculado y deliberado. Es importante que las diferenciemos. Si recompensas a menudo las rabietas de este tipo cediendo a las exigencias del niño corres el riesgo de moldear en él un sistema de Ira muy sensible en su cerebro. Es así porque la mera experiencia de la ira sin la capacidad del pensamiento racional puede hacer que la ira acabe formando parte estructural de la personalidad del niño.
Técnicas para hacer frente a estas rabietas.
Pronuncia un “no” claro y firme e intenta controlar tu propia rabia. A ningún ser humano le gusta que le controlen.
Enfréntate con firmeza a las órdenes de tu hijo. Explícale con claridad y firmeza que las órdenes no se toleran como medio para conseguir lo que uno quiere.
Háblale del encanto social. Funciona mejor con niños mayores, con un cerebro superior más desarrollado: “si pretendes dar órdenes a la gente, no querran escucharte. Si quieres algo de mí ¿puedes pensar en una forma de pedirlo que despierte ganas de complacerte?
Recurre al humor y al juego. “Parece que tienes muchas ganas de dar órdenes, hagámoslo juntos con el cepillo de dientes” “Ven aquí ahora cepillo de dientes!” La treta sirve para redituarle y entrar ambos en el mundo del humor. También sirve para enseñarle que no tomas en serio los abusos.

Distingue entre las rabietas de angustia y las de pequeño Nerón. No siempre es fácil y además una puede conducir a la otra. Obviamente nunca hay que recompensar frases como “cómprame un bollo YA!” Pero si el niño tiene una reacción de angustia ante tu negación, necesitará ayuda para calmar sus emociones. El mensaje que has de transmitir a tu hijo es “no acepto órdenes pero te ayudaré si estás sufriendo” Todos los mamíferos están genéticamente programados para reaccionar con ira cuando no reciben la recompensa deseada y sus lóbulos frontales no están desarrollados para apaciguar esta emoción.

Queda tanto por aprender.................. Gracias al blog de cuatro en la cama por prestarnos este texto.

martes, 27 de julio de 2010

Y arrancamos..... la Semana Mundial de la Lactancia Materna!!!!


Efectivamente... del 1 al 7 de agosto se celebra mundialmente la semana de la lactancia materna! Toda una semana! Es más de lo que cualquier día de la madre podría pedir, y sin embargo no es suficiente para todo lo que hace la Leche Materna por nosotras, pero sobre todo por nuestros bebés.

Esta vez no voy a hablar de mis lactancias. En realidad tal vez lo haga la siguiente semana, pero para participar en la fiesta bloguera de lactancia quiero hablar de la maravillosa experiencia de lactar a 2.

Para hablar de mi experiencia lactando a 2, tengo que hacer un poco de historia. Y primero hablaré de Kía, mi primogénita, la luz de mis ojos y mi primer lactancia exitosa. Ella fue la que me proporcionó mi primer experiencia de lactancia, gracias a la información y el apoyo que tuve, logramos llegar al año 3 meses de lactancia. Si, llegamos a 15 meses de lactancia solo para ella, y ahí comezó la aventura de lactar embarazada. Lo primero fue enfrentarme a los mitos, supersticiones y "opiniones informadas" de médicos, madres, abuelas, y mujeres en general. Que si me provocaría un aborto, contracciones prematuras, se acabaría la leche de su hermana, no iba a crecer el bebé en el útero, no estaría bien nutrido... etc, etc.  Gracias a Dios, al igual que toda mi lactancia, la información pudo más que cualquier superstición y llegamos a los 21 meses de lactancia. No fue fácil. En realidad fue muy difícil. Fue doloroso, fue cansado, fue frustrante y en algunos momentos fue muy estresante. Pero yo estaba convencida de los beneficios de lactar a mi niña. Le temía tremendamente al tandem, a llegar al término del embarazo y que ella siguiera con la teta y la compartiera con su hermana recién nacida. Temía a la diferencia en la succión, a las sensaciones que me provocaría, al rechazo (que según yo) sentiría. Y con todos estos temores, poco a poco orillé a Kía al destete. Con 1 año y 9 meses, Kía finalmente se destetó por completo, nunca más volvió a pedir teta, y yo con casi 7 meses de embarazo me quedé tranquila de no tener que enfrentarme al tandem y de haber lactado a mi bebé "lo más posible".
2 meses después, llegó a nuestra vida la cereza del pastel. Laia Constanza, llegó a la familia en un hermoso parto en casa, que por supuesto dio pie a una excelente lactancia iniciada en su primer hora de vida.
Todo era miel sobre hojuelas (bueno, casi todo) la Lactancia exclusiva con mi bebé menor, excelente relación con la mayor y todos felices y contentos. Si, todos felices y contentos hasta una noche caótica (una de tantas), en la que mi vida estaba tan de cabeza que mi cerebro revolvió toda la información y me hizo una jugarreta. Esa noche llegamos a casa de mi mamá a las 9:00, Kía sin dormir siesta en todo el día, ya venía cansada, y yo tenía que cobrarle a mi hermana. En eso Kía llora por algo, Laia llora por otro algo, mi mamá cargando a Laia, yo cargo a Kía, las dos llorando, mi hermana preguntandome quien sabe que del catálogo, las dos siguen llorando... me sacó la teta y ya!! seguro eso era lo que quería!!
Volteo a ver, y obviamente, no era la bebé que yo creía tener en brazos... no era Laia a la que traía enganchada... era Kía! Lo primero que dije fue "aay!! tu no tomas teta!!" pero ella estaba tan tranquila con el pezón en la boca. Nos empezamos a reír todas, llorando de las carcajadas y mi mamá me decía, ya sácasela! Pero al voltear a ver a Kía, ella seguía con la teta en la boca, dando pequeñas mamaditas así como de "puedo?"
Me puse a llorar............ no pensé que todavía supiera mamar.....
No pensé sentir tantas cosas......
Le tenía tanto miedo al tandem, que según yo su mamar iba a ser incómodo....... pero era tan suave como el de Laia....
Lloré............ lloré y me reí...... y volví a llorar...............
Kía me miraba con sus grandes ojos negros, ella no lloraba.........
Y me soltó........
Kía probó la teta de nuevo. Con 2 años 1 mes, tras 4 meses de haberse destetado. Yo estuve hecha un mar de lágrimas por  un buen rato y tras racionalizarlo un poco decidí que haberla orillado al destete fue un gran error mío y que si ella aún quería tomar teta, merecía lo que era suyo desde siempre. Así que teniendo 25 meses Kía empezó con la teta de nuevo, en realidad es un tandem muy light, a veces toma, a veces lo olvida por días. Y cuando regresa es solo para "asegurarse" de que la teta sigue ahí. Mientras que su hermana menor, Laia, la que tiene mayor derecho sobre mis tetas en este momento, reclama su espacio, pateando a su hermana con sus pies pequeñitos mientras esta toma teta.
No puedo describir la cantidad de emociones que surgen de esto. Sin duda me han ayudado a deshacerme de mis propios prejuicios, a tener mayor fortaleza para luchar contra los que se oponen a nuestro tandem, pero sobre todo ha ayudado a mis hijas a tener una relación mejor. A Kía le da la seguridad de que mamá sigue ahí y sigue siendo suya, mientras que a Laia le da la oportunidad de compartir con su hermana algo completamente suyo por derecho y tener más leche disponible!! =D




jueves, 15 de julio de 2010

A 1 año.... ya 4 meses!!


El sábado 10 de julio se cumplió un año desde que nos enteramos de tu llegada.Increíble como pasa el tiempo. Aún recuerdo como si fuera ayer, el momento en que supe que te estaba esperando. Sabía que había algo diferente en mi cuerpo, no solo la ausencia de la regla, era esa sensación de que algo dentro de mi estaba cambiando una vez más.
No me fui por la tangente. Directo a la prueba de sangre. No le dije a tu papá que iría. Menos, le dije cuando la recogí. Entré al laboratorio y me dieron el sobre cerrado. Cargando con tu hermana, la subi en sus silla del carro, me senté en mi asiento y abrí el sobre como en cámara lenta. Vi a tu hermana por el retrovisor, tan chiquita.... 1 año 3 meses, nada más. Saqué la hoja y tal cual lo vi en mi primer embarazo, en medio de todo, el anhelado, y aún así, sorprendente, POSITIVO.
Ya hace 1 año de eso. La vida nos ha cambiado tanto desde ese momento, llegaste a acompletar nuestra familia, a llenarnos de luz, de magia, de alegría. Fueron 9 meses de maravilloso y achacoso embarazo. 3 días de lento, cansado y emocionante trabajo de parto. Y el martes se cumplieron 4 meses de locura, alegría, felicidad y ternura a tu lado. 4 meses de tenerte a nuestro lado.
Hoy por hoy, no me imagino la vida sin ti. Eres mi luz, mi vida y mi todo. Verte sonreír me devuelve a la vida. Oírte carcajear me hace sentirme viva. Cada día estás más grande, más despierta, más sonriente, más viva. Juegas con tu hermana, pelean, se ríen.

Se te antoja ya, todo lo que comemos, nos miras llevandonos la comida a la boca, sin despegar la mirada del bocado. Salivas y gritas para que te demos. Tu hermana ya te ha dado a probar varias cosas. Lo que contribuye a que estés más empeñada en robarnos la comida.
Ya te giras hacia un lado. Ya te quedas sentada con apoyo en la espalda. Ya empiezas a morderme el pezón cuando estás mamando, juegas, lo masticas, lo jalas y me muerdes como si fuera tu chicle.
Simplemente eres la locura echa carne y mi corazón sacado del pecho. Te amo!!!

viernes, 9 de julio de 2010

ADVERTENCIA: no apto para futuros padres de 2.

Ya en varias ocasiones me han dejado comentarios de que al leer mis aventuras siendo mama de 2 se asustan de lo que les espera. Pues les digo algo??? asústense!! Por que ser mamá de 2 es locura, son gritos, es caos. Es no tener 2 segundos de silencio... es estar parada todo el día, ya sea bailando "5 little monkeys" con la grande o brincoteando para que la pequeña se duerma. Es oír los gritos agudos de tu hija de 2 años por que "ella no fue" de un lado y el llanto desesperado de la de 3 meses por que algo le dolió. Es entrenarse como vigía, como espía, como soldado, como atleta y como bailarina. Eso es ser mamá de 2.

Yo estoy segura de que no todas las familias son iguales, y de que no todos tienen una "Kía" de hermana mayor. Así que podría decirles que si no la tienen tal vez estén salvados. Por que ser mamá de Kía y Laia es tener 8 ojos vigilantes sobre de ellas. (Especialmente sobre de Kía). Pero como obviamente no los tengo, es estar preparada con los oídos biónicos para escuchar llorar a Laia antes que Kía, y si eso falla estar lista para correr y llegar a verla antes que Kía. Por que si no, corremos el riesgo de que la quiera cargar para consolar  o que se acueste con ella, abrazandola hasta sofocarla. Ser mamá de ambas es esperar lo inesperado. Darte la vuelta 2 segundos para guardar algo y voltear para ver como Kía ya sacó a Laia de la sillita, jalandola de los brazos y la arrastró hasta dejarla sobre la cobija, en el piso. Ser mamá de Kía y Laia es... una aventura. Hay que estar pendiente de todo, para no regañar a Kía por el primer llano de Laia aunque tu jures que algo le hizo. Es "regañar" a Laia por jalarle el cabello a Kía, aguantandote las ganas de soltar la carcajada, porque están teniendo su primer pelea y la chiquita empieza a defenderse. Ohhhh si.... Ser mamá de 2 es un trabajo de tiempo completo, no hay horas de descanso, ni de comida, ni siquiera respetan tu horario de sueño, es peor que ser doctor o mesera en una cafetería de 24 hrs. Porque no te puedes hacer la dormida, y no sólo sirves la comida... la comida eres tú. Ser mamá de una de 2 años y otra de 3 meses es llorar como boba mientras la grande "ya destetada" se prende a tu pecho, mirandote con ojos de gatito de Shrek. Mientras que la otra la patea por que no cabe en el espacio que le quedó designado para compartir la teta.
Si.............. ser mamá de 2 no es tan malo como parece. Que importa si todo el día son gritos, si al llegar la noche descubres a tu bebé grande en la cuna de su hermana, susurrandole "te quello musho Lala". Que importa que tengas que estar con los ojos fijos en ellas, si de vez en vez te sorprenden jugando juntas, carcajeandose ambas con lo que a ti te parece el juego más brusco y peligroso del mundo. Ser mamá de 2 tiene su recompensa cuando ves en la mirada de la pequeña esa luz de idolatría hacia su hermana mayor. Lo vale todo, por ver a la grande hacer cuanta payasada se le ocurre, con tal de hacer sonreír a su hermanita.
Ser mamá de 2 es la mejor experiencia de la vida, le imprime acción a tu existencia, no hay tiempo de aburrirse, tienes el día ocupado en sonreír e infartarte, tienes la vida ocupada en ver a tus hijas crecer juntas, ser compañeras y amarse infinitamente. Ser mamá de 2 es lo mejor que te puede pasar, después de haber sido mamá de 1.



miércoles, 7 de julio de 2010

A unos días de los 4 meses....

Hoy te giraste!!!!!!!!
A veces olvido lo que es en verdad importante.... transito por la vida en la mécanica rutina de levantarme, comer, atenderlas y dormir. Pero cuando alguna de las 2 logra algo nuevo, la primavera vuelve a mi. El espiritú de las flores penetra por mi sistema para convertirme en un manojo de alegría.

Es tan simple, tan sencillo, tan común para la media de nosotros, pero para ti, es un gran logro, un paso más hacia tu independencia!!
Felicidades a ti, mi pequeña bebé..... mi hada chiquita!

Lo que ya es nuestra familia