miércoles, 12 de mayo de 2010

Mi maternidad... feliz 10 de mayo!!




Lety de Criando Creando está rifando un mei tai en su blog. Un mei tai es un cargador oriental que a mi me parece de los más coquetos y cómodos que pueda haber y del que tengo ganas desde que Kía nació. Como yo lo quiero con todas las ganas y mi corazón, tengo que escribir sobre mi experiencia en la maternidad. Y como casi no se me da eso del vómito verbal, para sacar todo lo que siento.... pues decidí escribir un post. Lety sugiere como pregunta inroductoria, QUE HA CAMBIADO EN TI?, ja!! que no ha cambiado?, sería una pregunta más apropiada!! Toda mi vida me imagine en un futuro con hijos, pensaba en sus nombres, en el sexo (de género, no del acto!), en el orden en el que irían, los años que se llevarían, y la vida que viviríamos. Jugaba a las muñecas, pero igual jugaba a los experimentos, arrullaba a mis bebés pero al mismo tiempo hacía comidita, les daba de comer y depués salía a cazar caracoles. Ya desde entonces me preparaba para ser una mamá multitareas. Sin embargo, jamás me imaginé la maternidad como la estoy viviendo, jamás imaginé el giro que le daría a mi vida, ni las alegrías que me daría. A diferencia de la mayoría de las mamás que conozco, la maternidad me llegó, yo no la busqué. Después de 3 años de noviazgo, a punto de comenzar la universidad y con un amplio panorama de oporunidades por delante, me di cuenta de mi embarazo. El miedo me invadía por las reacciones de mi familia y el futuro incierto que nos esperaba, y aún entonces las ilusiones, los sueños y la esperanza estuviern presentes en mi vida. Pasado el shock y el drama familiar, todo pintaba más prometedor, nuestra pequeña familia de 3 comenzó a hacerse una realidad y yo decidí tomar el toro por los cuernos. Mi maternidad no iba a ser una maternidad adolescente. No iba a ser una maternidad dirigida por mi madre. No iba a ser una maternidad forzada, No iba a ser una maternidad desinformada. Mi edad no era pretexto, iba a vivir mi maternidad al máximo y lo iba a hacer desde el principio. Con el único fin de darle a ese pequeño ser que se formaba en mi vientre, las mejores oportunidades a pesar de haber sido concebido en no las mejores condiciones. Haciendo acopio de valor y utilizando las herramientas que estaban a mi alcance me informe sobre que era lo mejor. La información era mucha y muy diversa, pero siguiendo mi instinto descubrí que era lo mejor para mi bebé y para nuestra familia. Lo mejor era llevar un embarazo sano, parir naturalmente, lactarla exclusivamente, usar pañales de tela, cargarla todo el tiempo y amarla incondicionalmente. Pero sobre todo, lo mejor era entregarme de lleno a mi maternidad, olvidarme de ese "hubiera" y dejar de escuchar los comentarios bienintencionados pero malinformados. Si, lo mejor era fluír con mi maternidad y dejar que mi hija me guiara. Y así fue como llegó Kía a mi vida y me descubrí siendo mamá. A mis 20 años, yo era mamá ya. Un ser completamente indefenso dependía por completo de mi. No había cabida a equivocaciones, tenía su vida en mis manos y debía responderle con lo mejor. Así que mietras mis amigos se desvelaban en antros, ahogados en alcohol, yo me desvelaba lactando, ahogada en hormonas (que por cierto, tienen un efecto más fuerte que cualquier peda!) Mientras mis amigas iban de compras y traían los mejores outfits, yo iba de compras con mi hija y la traía con los mejores outfits. Mientras mis amigas leían novelas románticas o veían películas de acción, yo me desvelaba leyendo sobre crianza. Mientras mis amigos salen de viaje cada mes y viven periódos largos en el extranjero, yo me embarqué en el viaje más largo y enriquecedor de la vida. La maternidad. Hoy a 2 años de haber conocido al objeto de mis desvelos, puedo decir que haber sido mamá es lo mejor que me ha pasado en la vida. Aunque a veces haya días que quiero salir corriendo, noches de lágrimas, preocupaciones constantes, y frustraciones crecientes, la maternidad es lo mejor de mi vida. Hoy por hoy no concibo mi vida sin mis 2 tesores, sin las noches de desvelos, sin sus sonrisas traviesas, el caos imperante de mi vida y la alegría de verlas despertar a mi lado. Hace 2 días viví mi 3er día de las madres, 1 día de festejos y felicitaciones del exterior y 364 días más de alegría, magia, risas y el mejor festejo del mundo, la sonrisa de mis hijas.
Gracias Kía, por hacerme mamá y enseñarme que la vida es más alegre a tu lado.
Gracias Laia, por acompletar mi felicidad y enseñarme que la meternidad está llena de retos que no acaban nunca.
Gracias Rafa, por acompañarme en este camino, por permitirme vivir mi maternidad como he querido y apoyarme para poder ser la madre que deseamos para nuestras hijas.
Y gracias a mi tribu, la virtual y la física, por el apoyo brindado, las alegrías compartidas y los coscorrones bien dados.
Feliz Día de las Madres!!



3 comentarios:

  1. que lindo relato, mucha suerte pau ojala te ganes ese mei tai (que son lindisimos)

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  2. Como siempre me encantan tus relatos y éste está padrisimo, creo que logras aterrizar muy bien lo que quieres decir y el significado de tu maternidad..

    Mucha suerte y ojala ganes...

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  3. Me encantó tu manera de expresarte, sabes convertir en palabras tu sentimiento, y eso es algo que no todas podemos.

    Felicidades!! Tus bebés estan preciosas.

    Atte Jess (lo pongo porque salgo como anónimo y se me hizo feo jeje)

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Lo que ya es nuestra familia