martes, 1 de junio de 2010

Un tema difícil...



Traigo días con el temita en la cabeza, que digo días... tal vez hasta meses...

Creo que es algo que toda mamá que se jacte de serlo ha experimentado. 
EL MIEDO.
Miedo a todo y a todos. Desde el momento de la concepción. Miedo a que no se logre el embarazo, miedo a perderlo, miedo a que tenga alguna enfermedad, miedo a que el ácido fólico no hay sido suficiente, miedo a que sea prematuro, miedo a que no logre salir del hospital, miedo a que saliendo del hospital algo le pase, miedo a que deje de respirar, miedo a los estornudos, miedo a las miradas, miedo, miedo, miedo a todo.
Cuando Kía nació experimenté por primera vez ese espantoso sentimiento, la incertidumbre de saber si realmente al amanecer la iba a encontrar tal como la había dejado en la noche. Pasaban los días y yo oía horribles historias de terror sobre bebés que perdían la vida. Bebés que de 2 meses dejaban de respirar, bebés que a los 3 meses fallecían de gripe, bebés que de 6 meses se atragantaban, caídas, golpes, toxoplasmosis, cáncer, leucemia, pulmonía. Historias aterradoras que hacían que me acurrucara por las noches, con mi hija abrazada sobre mi pecho a llorar y llorar.
Y estúpidamente, sabiendo que no había NADA que pudiera hacer al respecto, iba dando check up cuando pasabamos la edad a la que "el conocido" había fallecido. -Pasamos los 2 meses y no dejó de respirar!- -pasamos los 3 y no le dio gripe!- - pasamos los 6 y no se ahogó!- -pasamos el año y medio y no tuvo toxoplasmosis- y estúpidamente me sentía a salvo con esa superstición, y sin embargo el miedo no se iba... No se ha ido....
Y cuando creía que estaba de cierta forma "a salvo", mi otra preocupación nació. Y la vida me siguió cambiando, y las muertes de bebés se atravesaban en mi vida. Pero hubo una, una que me partió el corazón.
Una que viví como propia, esa que se siente cuando lo vive un amigo.
Laia nació en casa gracias a que tuve una partera que me apoyara. La partera la encontré gracias a que una amiga me pasó sus datos. Esta amiga los tenía gracias a otra amiga que iba a tener su parto con Mirna.
Sin recordarlo siquiera, yo conocía esa historia. Con tan solo 28 semanas de gestación había nacido un ángel. Ese ángel se aferró a la vida con las fuerzas de una luchadora. Tras 2 meses de vivir en el hospital, de luchar, de rezar, sus papás y su hermano la pudieron llevar a casa. Hicieron grandes logros y su mamá nunca dejó de darle todo lo mejor. Ella era una niña hermosa, feliz, maravillosa en verdad. Y con 22 meses de edad, un accidente le quitó la vida.
Después de tanto luchar, después de haber superado tantos obstáculos, de haber ganado tantas batallas y haber salido victoriosa, sí, después de todo, con tan sólo 22 meses, menos de 2 años, un accidente le arrebató la vida.
Hace días su familia celebró su tercer cumpleaños sin su presencia. 1 año 2 meses de su ausencia...
Y yo... yo cada que veo esa sonrisa a través de la pantalla, cada vez que leo sobre ella, cada vez que oigo a su mamá llorar, o cada vez que leo el pequeño recuadro "in memorium" que va marcando el tiempo que ha pasado, lloro. Lloro junto a su mamá.

Lloro por que esa pequeña no está con su familia. Lloro por que dejó un hueco en el corazón de muchas personas. Lloro por que esa mamá no tiene una nena entre sus brazos. Lloro por que ella no la verá sonreír otra vez. Y lloro, lloro por que esa mamá es una excelente madre. Por que nunca se rindió, ni se ha rendido. Por que saca fuerzas de no se donde para seguir por sus hijos. Por que se esfuerza cada día por darles lo mejor.... y a pesar de todo eso, nunca más tendrá a su nena entre sus brazos.

Así que he tomado una decisión. Voy a dejar de llorar.
Basta de seguir sufriendo. Puedo acompañar su tristeza, pero nunca más lloraré esperando que no me pase a mi. No, no puedo vivir con miedo.
Lo único que puedo hacer para sentir mi alma tranquila, es darles todo lo mejor de mi. Esforzarme cada vez más por ser más paciente, por sanar mis heridas, enmendar mis errores. Esforzarme para ser una mejor mamá, para entregarles mi tiempo, disfrutar sus sonrisas.
Hoy, voy a abrazarlas más, voy a darles 1 beso más. Las dormiré sobre mi pecho, oleré su cabello, grabaré sus siluetas, las sostendré en brazos y pasearé con ellas pegaditas a mi.
Hoy no puedo hacer nada más, más que darles lo mejor de mi. Entregarme en cuerpo y alma... Disfrutarlas y vivir.
Es lo único que me queda, eso y esperar a que Dios nos conceda muchos mañanas para recordar los ayeres.
Así que me voy, a oler ese cuellito con olor a leche rancia. A abrazarla junto a mi pecho, mientras la miro tomar teta.
Y no me queda mas que agradecerles a ese ángel y a su mamá, por haberse cruzado en mi vida. Por llevar ese mensaje sin siquiera saberlo, por darme la oportunidad que ellas no tuvieron.
Gracias amiga, por dejarme ser parte de tu vida. Y por hacer a tu nena parte de la nuestra.

4 comentarios:

  1. llegué a tu blog por el foro de criando.... sólo puedo decirte que cuando leí la historia de tu parto te imaginé más grande... se te lee tan madura en tus palabras de verdad puedo decir que admiro la forma en la que llevas tu maternidad.

    Sobre el miedo puedo decirte que naadie tenemos la vida comprada,cuando un niño pierde a sus padres se le llama huérfano, pero no hay un nombre(adjetivo u lo que sea) para nombrar a un padre/madre que ha perdido a su hijo, simplemente porque el dolor es indescriptible.

    Sólo podemos confiar en el plan que Dios tiene trazado para cada uno de nosotros, disfrutar cada segundo, tener fe en que todo estará bien. Disfruta cada momento y no te preocupes.

    Si gustas visitarme he aquí mi dirección:
    www.bubblescrap.wordpress.com
    Lau

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  2. ay Pao.. al principio de tu entrada pareciera que me leyera a mi misma, siempre con miedo de que algo le pase a leslie.. pero era tanto mi miedo que me impedia exteriorizarlo..
    Ahora leyendote me termino por convencer que no hay que vivir con miedo y simplemente dejarnos llevar y disfrutar..
    besos a las haditas

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  3. Yo no sé si acá se puedan publicar corazones porque me he quedado helada y sin palabras...
    Recupero la calidez -jeje-
    Soy yo y es mi hija y yo no sé nada más, sólo que ella enseñado a vivir, a vivir de verdad, a no dejar de sonreír, a no dejar de soñar, de llorar, de luchar, de amar, de disfrutar cada insignificante detalle tonto de la vida.
    Es mi Victoria, que logró superar todo obstáculo para hacerme saber que las mejores cosas son 'esencia', yo no la veo, la huelo, la escucho, yo la siento más allá de lo sensible. Ella está.
    Pao, si no fuera por las fuerzas anónimas y no-anónimas yo no tendría vida para responder este mensaje.
    Vive, ama, sonríe y nunca dejes de luchar.
    Kia y Laia... ufff sólo embárrales de besos hasta que te canses de parte mía.
    Gracias por recordar a mi hija :)

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  4. dios mio amiga me dejas sin palabras...ke decir hablas con toda la razon el miedo es algo ke nace junto con nuestros hijos, pero kisa sea eso lo ke nos ahce cuidarlos mas valorarlos mas amarlos mas...el miedo a perderlos... y en realidad cada vez ke veo su fotito con esa carita tan hermosa, esos ojitos tan brillantes, esa sonrrisita a veces pienso porke dios? porke?
    hace poco me toco vviir el susto d emi vida y no puedo ni sikiera imaginar lo el dolor ke siente nuestra amiga. y eso ella lo tienen ke vivir dia adia ese dolor esa ausencia...esa tristeza....ojala dios le mande una señal de ke en el cielo ahora anita es feliz...y ke juega y rie todos los dias y ke ke desde haya cuida a su mamita y hermanito...y ke jamasss jamasss ,los olvidara

    soy wendy arce

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Lo que ya es nuestra familia