martes, 15 de febrero de 2011

Kía {corazón} creciendo!

Parece que sólo me paro aquí 1 vez al mes para hablar de Laia.... bueno, no parece, es cierto! Y es que las nenas me tienen la vida ocupada eternamente. Mi día empieza entre 7:30 y 8:00. El de Laia empieza a las 7:00, pero como a esa hora yo no soy persona, ella se conforma con jugar en su cuna o treparseme mientras yo le sonrío bobamente, más dormida que despierta. Después de darles de desayunar las visto, y desde hace 15 días, nos vamos a la estimulación temprana para Kía!
Desde antes de que naciera Laia le estuve buscando actividades a Kía, pero cuando Laia llegó, la espera se pospuso y acomodarme a ser mamá de 2, me tomó más tiempo del programado. Así que, con una niña inquieta que empezaba a aburrirse de estar en casa y una mamá que se rehusaba a llevarla tan pequeña al kinder, encontramos algo que se ajusta perfectamente a nosotras. Unas clases de estimulación temprana (un tanto tardía en nuestro caso) 1 hora, 2 veces a la semana. Pero eso de 1 hora, es un asunto meramente técnico, por que una vez acabada la clase, la maestra les saca carritos y juguetes al patio para que sigan jugando. Así pues, lo que se suponía iba a ser 1 hora de clase se ha convertido en 3 horas, que me dejan OUT, después de perseguir a una y a otra (porque obviamente a Laia hay que perseguirla también), llegó en friega loca a hacer de comer, les sirvo, comen y con un poco de suerte se duermen, tiempo insuficiente para mi, pero suficiente para lavar al menos 3 trastes. Para la hora en que despiertan, la mamá está ya muerta de cansancio, pero le quedan ganas de hornear galletas o hacer merengues con el hada mayor y después de ver 1 película o jugar un rato en el cuarto de juegos, las chiquis se meten a bañar con ella. Con suerte, antes de las 9:30 las 2 están ya fritas y la mamá muy feliz.
Los días que no hay estimulación salimos temprano a hacer diferentes cosas, el super, el mercado, el dr., los juegos. Pero siempre andamos en friega. Muy probablemente Laia entre también a estimulación, una vez que Kía se adapte y se pueda quedar jugando tranquila para que yo pueda trabajar con Laia.
Me encanta haber encontrado esta opción para nosotras. Nos da la posibilidad de conocer niños de su edad, (y mamás!) y que además viven por aquí. Me encanta que trabajan a su ritmo, sin presiones y la mayor parte es juego. Me encanta que yo voy con ella, que trabajo con ella y no tengo el pendiente de si me la tratan bien, si la maestra la regaña o no, o si ella se porta bien... Me encanta que es una forma de socializar distinta, de aprender reglas de convivencia y de divertirse sin tener que separarse de mi ahora que aún es pequeñita. Pero sobre todo, me encanta verla trabajar muy cntenta como si lo hubiera hecho siempre. La primer clase, me emocione tanto que hasta lloré. (si, ya se, soy el colmo!) y no lloré por tener que dejarla, lloré de emoción, de verla crecer tan rápido, de verla tan despierta e inteligente. Amo a mi hada mayor, y a casi 1 mes de su 3er cumpleaños me alegro mucho de estar presente en esta etapa de su vida.
Trabajando, decorando un panqué
Laia esperando pacientemente, trepada en el carrito
Y por que no? A comerse el trabajo.....























Ya hizo amiguitos y ya tuvo su primer fiesta de cumpleaños ahí. Feliz le dió su regalo a su amiguita!



2 comentarios:

  1. oye q lindo!!!y eso esta por tu casa?? es q me molesta sobre manera q al lugar donde la llevo me quieren obligar a dejarla llorando ahi "para que se acostumbre" :/ quiero estar con ella y ella conmigo y hay que aprobechar no? jaja

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  2. oye suena super bien!! tanto para ella y para ti... lo mejor que se diivierte y aprende..

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Lo que ya es nuestra familia